Un pollo, unas cebollas, zumo de mandarina y un vasito de ron y tendremos un pollo con un toque muy exótico, os suelo decir que la fruta casa muy bien con las carnes y pesacados y es verdad, aquí tenéis una muestra más de ello. Cocinamos poco con fruta y no debería ser así, me incluyo , pero me propongo cambiar esto :-)
Vamos allá:
Mientras calentamos nuestro horno a 250º preparamos el pollo ( 1 pollo troceado por cada cuatro personas) lo colocamos en una fuente para hornos, salamos y le añadimos pimienta negra en grano, aceite y un poco de manteca de cerdo ( no os preocupéis por que no le da gusto pero si evitamos que se nos requeme el aceite) introducimos en el horno y lo dejamos media hora, tras la cual removeremos los trozos y le añadimos 2 cebollas cortadas en juliana, dejamos rustir por espacio de 15 minutos más tras los cuales volvemos a mover los trozos y llega la hora de rociarlo todo con ron ( no escatiméis pero tampoco os paséis, ir echándolo poco a poco) dejamos que se consuman los alcoholes para añadir el zumo de las mandarinas, un par de vasos de los de agua serán suficientes para conseguir una salsa deliciosa. Solo nos queda dejarlo unos minutos más para que todos los sabores se mezclen.
Sacamos la fuente del horno, retiramos los trozos de pollo y pasamos toda la salsa por la batidora, rectificamos de sal si fuera necesario y ya tenemos nuestro pollo listo para servir. Acompañarlo con la guarnición que más os guste, yo le puse unas patatitas paja y estaban de muerte¡¡
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